Proceso de Beatificación:
Algunas de la motivaciones para pedir apertura de la causa de beatificación:
- La vida ejemplar que llevó. Su vida fue siempre animada por el Señor
- Su mensaje acerca del matrimonio. Mostró que el matrimonio es un camino hacia la santidad
- Es mirado como un «profeta del siglo XX”
- Manifestó siempre su fidelidad y amor a la Iglesia.
- Los Equipos recibieron un hermoso y fructífero “tesoro”, que quieren compartir con el mundo.
La causa de canonización, de la cual las beatificaciones son la primera etapa, se abrió el 25 de abril de 2006.
No es beatificado sino alguien que esté “vivo” para nosotros, que nos conduzca hacia Dios, que nos presione a la caridad por los demás, que también sea fuente de paz para nosotros mismos. Entonces, volvámonos frecuentemente hacia él solicitando su ayuda con confianza. Aquí proponemos dos consideraciones:
- Pidamos al Señor las gracias por intercesión del Padre Caffarel:
- Pidamos al padre Caffarel que interceda ante el Señor por los problemas de los matrimonios, parejas, por las reconciliaciones…. Pero también por muchas otras cosas materiales y espirituales.
- Pedirle que interceda ante Dios, es mostrar que el padre Caffarel está presente en nuestra vida cotidiana, que pensamos que su acción tan fecunda sobre la tierra también es—y ante todo – fecunda ahora que creemos que él está en el cielo, en presencia de Dios.
- Pidamos al Señor que haga un milagro por intercesión de su servidor, el Padre Caffarel.
- Un milagro es una curación física, instantánea, definitiva. El milagro es una “confirmación del cielo”. Confirma lo que la Iglesia desea proclamar: la santidad del servidor de Dios, que puede ser recibida por los fieles como un ejemplo.
- Si, ante la oración del padre Caffarel, Dios interviene de manera extraordinaria en la vida de alguien, eso confirma la santidad del padre Caffarel.
Oración para la canonización Del siervo de Dios Henri Caffarel
Dios, Padre nuestro,
pusiste en el corazón de tu siervo Henri Caffarel,
un impulso de amor que le unía sin reserva a tu Hijo
y le inspiraba para hablar de Él.
Profeta de nuestro tiempo,
enseñó la dignidad y la bondad de la vocación de cada uno
según la llamada que Jesús nos dirige a todos: “Ven y sígueme”.
Él despertó el entusiasmo de los cónyuges
ante la grandeza del sacramento del matrimonio,
imagen del misterio de unidad y de amor fecundo entre Cristo y la Iglesia.
Enseñó que sacerdotes y matrimonios
están llamados a vivir la vocación del amor.
Guió a las viudas: ¡El amor es más fuerte que la muerte!
Impulsado por el Espíritu dirigió a muchos creyentes por el camino de la oración.
Poseído por un fuego devorador, estuvo lleno de Ti, Señor.
Dios, Padre nuestro,
por la intercesión de nuestra Señora
te pedimos que aceleres el día en que la Iglesia proclame la santidad de su vida,
para que todos descubran la alegría de seguir a tu Hijo,
cada cual según la vocación del Espíritu.
Dios Padre nuestro, invocamos al padre Caffarel para …
(precisar la gracia a pedir)
Oración aprobada por Monseñor André VINGT-TROIS – Arzobispo de Paris.
«Nihil obstat» : 4 enero 2006 – «Imprimatur» : 5 enero 2006