DIFUSION DEL MOVIMIENTO

Evangelio según San Lucas 10, 2.

“Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más seguidores míos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente.”

 

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¿QUÉ ES?

Difusión es DAR A CONOCER la existencia del movimiento a todos los matrimonios cristianos y sacerdotes e instituciones en nuestra zona o comunidad que lo desconocen.

 

Es hacer visible a los ENS, que el movimiento sea una opción tangible y viable para todos los matrimonios que quieren cultivar y profundizar su vida de fe, en pareja, en familia y en comunidad.
La difusión debe despertar el interés de las parejas que deseen vivir plenamente el sacramento del matrimonio como un camino de amor, de felicidad y de santidad.

 

¿QUIÉNES DIFUNDEN?

1. Por un lado, aquellas personas (matrimonios y consiliarios) que de manera natural y espontánea, aprovechan cualquier oportunidad para dar a conocer el Movimiento a otros matrimonios y sacerdotes mediante el boca a boca. Es una responsabilidad inherente a cada equipista, todos somos llamados a ser agentes de difusión y el Espíritu es quien nos guía.

   La mejor difusión la logramos mediante nuestro testimonio de vida, en los ambientes donde desarrollamos nuestro trabajo y nuestras tareas cotidianas, ya sean familiares, eclesiales o sociales, que nuestros familiares, amigos y conocidos, vean que somos congruentes entre lo que decimos y lo que vivimos.Después del testimonio, el mejor medio de difusión sigue siendo la comunicación oral, es lo más probado; basta asegurar “tú también puedes, si quieres”, y proponer: “ven y lo verás” (Jn 1, 39).

2. y, por otro lado, aquellos que de manera formal, han sido llamados por el Movimiento, para ser el Matrimonio Responsable de Difusión en el equipo de EDIPC o también para conformar el equipo de difusores.

   

¿POR QUÉ DIFUNDIR?

•  Como primer paso nos remitimos al Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium:

“Todos tienen el derecho de recibir el evangelio. Los cristianos tienen el deber de anunciarlo sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La iglesia no crece por proselitismo sino “por atracción” (EG14).

• Porque todo lo que no crece tiende a extinguirse con el tiempo… Si realmente el movimiento nos hace bien, ¿cómo no compartimos esto tan valioso que recibimos? ¿Sólo lo queremos para nosotros?

• Si los Equipos de Nuestra Señora han permitido un cambio profundo en nuestra vida personal y de pareja, es lógico que tratemos de comunicar este testimonio a los demás matrimonios y sacerdotes.

• Este regalo, tan especial que hemos recibido gratuitamente y que tan bien nos hace para nuestra persona, pareja y familia, de la misma manera que lo recibimos sin dar nada a cambio, y gracias a alguien que nos invitó, ahora nos toca seguir compartiendo y haciendo crecer.

• El crecimiento es vida, es responder al pedido de Jesús: “Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”, y al pedido del Papa que nos invita a ser una Iglesia en salida.

• El crecimiento nos ayuda a multiplicar nuestros dones: más servidores, más dones, más manos y más ideas para evangelizar.

• El hacer crecer el movimiento nos permite abrir la puerta a las nuevas generaciones, renovar las edades y la energía de los hermanos en servicio.

 

¡¡Seamos mensajeros de paz y esperanza, difundiendo activamente el movimiento y nuestro camino a la santidad en los ENS!!

¡¡Nuestros hermanos esperan nuestra acción, estemos atentos y no dejemos pasar la oportunidad!!